Del 31 de mayo al 1 de junio de 2025, los Misioneros Pasionistas realizamos una Jornada vocacional para acompañar a los jóvenes que han sentido la llamada del Señor para dedicar su vida al servicio del Reino viviendo el carisma Pasionista.

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El encuentro se llevó a cabo en nuestra Comunidad del Beato Isidoro de Loor, en Tequisquiapan, Querétaro, y tuvo como finalidad que los aspirantes pudieran reconocer el llamado que Jesús les hace para estar con él y enviarlos a la misión. Asistieron cinco muchachos, procedentes de la ciudad de México, Guanajuato y Querétaro.

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La Jornada comenzó el viernes 31. Fuimos recibidos por la cordialidad de los hermanos de nuestra comunidad religiosa y una abundante lluvia que ocasionó el retraso de las primeras actividades, debido a que el agua se instaló en varios espacios de la casa. No obstante, la inundación nos fue conformando al compartir el trabajo de sacar el agua y limpiar los espacios comunes. Ya cansados y después de cenar, hacia la media noche nos fuimos a descansar.

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Por la mañana del sábado nos reunimos en la capilla para iniciar nuestras actividades en el nombre del Señor. Posteriormente fuimos al comedor para compartir los alimentos y el eco de la experiencia de haber estado literalmente entre las aguas. A media mañana nos encontramos en el salón donde el P. Eloy Medina nos invitó a reconocer nuestras cualidades y limitaciones, sabiendo que a pesar de ello, el Señor llama a los quiere. Posteriormente, el Hno. Daniel Ávila nos recordó que, así como los apóstoles dieron una respuesta cuando escucharon la llamada de Jesús también nosotros necesitamos responder.

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Terminada la temática de la mañana, volvimos al comedor para compartir los alimentos. Aunque habíamos pensado que después de la comida saldríamos a hacer deporte, el clima tenía otros planes, por lo que sólo fuimos a caminar en el centro de Tequisquiapan, encontrándonos con la feria del queso y del vino, característica de este municipio queretano.

 

Después de unos minutos, ante la inminencia de lluvia, volvimos a casa para celebrar la Eucaristía, en la que el P. Eloy Medina nos recordó que la llamada de Dios nos debe impulsar para salir al encuentro de nuestros hermanos, especialmente de los más necesitados, como hiciera María que, después de recibir la visita de Gabriel, se encamina presurosa, atravesando las montañas de Judea, para servir a su prima que ha concebido.

 

Terminada la Eucaristía, nos reunimos en el comedor para compartir los alimentos. Y al terminar, coordinados por el Hno. Daniel Ávila, tuvimos unas dinámicas que pusieron a prueba, además de la paciencia, la buena escritura de cada uno de nosotros. Después de un rato de diversión, nos fuimos a descansar.

 

El día del Señor lo iniciamos nuevamente en la capilla para unirnos con toda la Iglesia en la oración de Laudes. Posteriormente, alimentado el espíritu, fuimos a alimentar el estómago con los alimentos que los hermanos Jesús Mendoza y Luis Miguel García habían dispuesto. Después de desayunar nos reunimos nuevamente en el salón para hablar sobre la invitación que nos hace Jesús para estar con él y enviarnos a predicar. Fue muy emotivo que en este momento pudimos escuchar los testimonios de varios hermanos pasionistas que, alrededor del mundo, están dedicando su vida al servicio de los más necesitados.

 

Terminado este momento, nos reunimos en la capilla para celebrar la Eucaristía, en la fiesta de la Ascensión del Señor. Fue un momento adecuado para poner sobre el altar del Señor lo que hemos vivido durante esta jornada vocacional y pedirle que nos ayude en nuestro discernimiento. Terminada la celebración, volvimos al comedor y después de alimentarnos, nos retiramos de la comunidad, esperando en el futuro volver a encontrarnos para compartir la llamada del Señor.