El  jueves 14 de septiembre, los fieles de la parroquia de la Santa Cruz, en Filo de Caballos Guerrero, se dieron cita en la cabecera parroquial para celebrar con alegría su fiesta patronal, la cual coincide también con la celebración del aniversario de erección canónica como parroquia.

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Para dicha celebración, la comunidad parroquial se preparó espiritualmente con un intenso novenario, en el que desde las primeras horas de la mañana se congregaban para cantar las mañanitas a la Santa Cruz y rezar juntos el rosario, pidiendo así la intercesión de la Virgen  María en medio de tantas dificultades. Por la tarde se llevaba a cabo la celebración de la Eucaristía en la que cada día participaban diferentes comunidades de la parroquia, para fomentar así la fraternidad y acrecentar el sentido de pertenencia a esta iglesia parroquial.

 

Después de estos días de preparación y siguiendo las costumbres de esta región de la sierra, dio inicio la fiesta desde la noche del 13 de septiembre con la tradicional “velada”, una celebración popular muy arraigada y llevada a cabo en las fiestas más importantes. En ella, se congrega la comunidad para permanecer despiertos, velando, hasta media noche, se comparten los alimentos y el ambiente festivo es amenizado con música, alternando también momentos de oración, reflexión y alabanza. Al amanecer del 14 de septiembre, el sonido de las campanas y el estruendo de los cohetes, avisaron a los fieles que era hora de reunirse nuevamente para cantar las mañanitas a la Santa Cruz. Así, con mucha devoción y a pesar del desvelo de la noche anterior, se fue congregando la comunidad para unirse en oración y encomendar a Dios todas las actividades del día. Poco a poco fueron llegando también personas de las distintas comunidades que conforman la parroquia a quienes se les daba la bienvenida ofreciéndoles un rico pozole, plato típico de esta región.

 

Con las fuerzas renovadas por los alimentos y el espíritu contagiado por el ánimo, dio inicio la procesión con la imagen de Cristo Crucificado por la carretera principal del pueblo. Cabe destacar la numerosa participación de los fieles y la alegría que se percibía mientras caminaban juntos hacia el templo parroquial en medio de cantos, porras y alabanzas. Al llegar a la parroquia se realizó la celebración de la Eucaristía, la cual fue presidida por el Pbro. Benito Cuenca Mayo, Vicario General de la Diócesis de Chilpancingo Chilapa, y concelebrada por los padres Mario Felipe Quiroga y Alberto Domínguez. Cabe mencionar que dentro de la celebración recibieron el sacramento de la Confirmación cuarenta y seis jóvenes, procedentes de distintas comunidades de la parroquia; a ellos, el Vicario General les exhorto a vivir su fe de una manera comprometida y autentica.

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Al finalizar la Eucaristía, tuvieron lugar las fotos del recuerdo y los merecidos agradecimientos, en primer lugar a Dios por permitirnos reunirnos  una vez más en su nombre, pero también a las comunidades presentes, al Vicario General y a todos los que colaboraron, de una u otra forma en la realización de tan significativo evento. De este modo, después de alimentar nuestro espíritu con el pan de vida, alimentamos también nuestro cuerpo con el pan material compartiendo juntos los alimentos, concluyendo así la celebración de la fiesta patronal en medio de un clima de alegría, fraternidad y comunión.

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Coh. Miguel Ángel Zamora Ramírez, C.P.