
EJERCICIOS ESPIRITUALES
Casa de retiros Santa María del Pueblito
Senguio, Michoacán
24 a 28 de junio de 2024
Como ha sido tradición en nuestra comunidad provincial, debido al calendario académico de las casas de estudios donde se lleva la formación filosófica y teológica de nuestros hermanos en formación inicial, los estudiantes de las diversas etapas de formación, tanto en México como en República Dominicana, tuvimos la oportunidad de participar en los ejercicios espirituales.
En esta ocasión, se llevaron a cabo del 24 al 28 de junio en las instalaciones de la comunidad franciscana de Senguio, Michoacán, dedicada a la advocación mariana de Nuestra Señora del Pueblito y fueron dirigidos por la atinada meditación del P. Víctor Hugo Álvarez Hernández, C.P., quien nos encaminó en torno al cuidado de las diferentes, pero insoslayables dimensiones de nuestra vida.
Estando con notable antelación todos los convocados en la Comunidad de San José, en Tlalpan, Ciudad de México, al amanecer del lunes 24 de junio, nos dirigimos hacia el sitio acordado para esta impostergable reconexión con el Espíritu, la cual, acompañada por cada una de las temáticas compartidas, brindaba la posibilidad de hacer una adecuada valoración de la vida y disponernos para la escucha de la voz de Aquel que, con insistencia, continúa llamando a cada uno de nosotros a una vida de especial consagración desde la propuesta carismática de San Pablo de la Cruz.
De modo singular, tuvimos la oportunidad de llevar a cabo una singular revalorización y estudio de nuestra profesión de los consejos evangélicos, destacando su notable vinculación con la aptitud y valor de la humildad. De este modo, nos dimos cuenta que para vivir nuestra profesión necesitamos de un especial equilibrio psico-espiritual para manifestar nuestra opción de la forma más evangélica y expresar el testimonio de pertenencia a Jesucristo y la aceptación inquebrantable de su propuesta.
En medio de aquel perceptible ambiente de espiritualidad, se acogió la propuesta de una caminata comunitaria, por los senderos pletóricos de una naturaleza digna de admiración, hacia una cascada inserta en la profundidad de aquellas tierras que en un gran porcentaje logran manifestarse en su primigenia condición. Habiendo cumplido el objetivo planteado, siendo testigos de nuestra fraternidad, en la compañía del camino y en la notable preocupación sobre la llegada de todos a la meta, emprendimos el camino de regreso y compartimos, como cada día, la oración de gratitud y el pan recibido.
Llegado el día final de aquella pausa, muy temprano acudimos a la oración, seguida por la colación y reflexión matutina. Celebrada la Misa y compartida una vez más la mesa, con un corazón agradecido nos despedimos de aquel lugar de retiro, donde la ausencia de las comunicaciones, nos hizo insistir en el encuentro con los hermanos, que siempre al igual que ahora, reconforta el corazón y nos hace reconocernos como hijos del mismo Padre, al que ofrecemos la vida.
Concluidos los ejercicios espirituales, el sábado 29 de junio, solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, pilares de nuestra Iglesia, los hermanos en formación inicial renovamos nuestros votos temporales en esta familia religiosa, en manos del P. Ángel Antonio Pérez Rosa, C.P., Superior Provincial. La celebración se llevó a cabo en la Parroquia del Espíritu Santo y Señor mueve corazones, en la ciudad de México.
Coh. Carlos Alberto Lantigua Checo, C.P.








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