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ASAMBLEA PROVINCIAL

Comunidad del Beato Domingo Barberi

El Pueblito, Querétaro (México)

13 a 15 de junio de 2023

Martes 13 de junio

 

Siendo las 10:00 hrs., los religiosos Pasionistas de la Provincia de Cristo Rey, nos reunimos para celebrar nuestra Asamblea anual compartiendo nuestras experiencias de vida, revisando nuestra misión y discerniendo nuestro caminar a futuro.

 

La jornada comenzó con la oración en el corredor adjunto al auditorio de la comunidad, en la cual, los hermanos del teologado nos invitaron a reflexionar nuestra situación personal actual frente a Dios y frente a la comunidad; a los pies de Jesús Sacramentado encomendamos los trabajos de la Asamblea, pidiendo la intercesión de nuestro Padre, Pablo de la Cruz, para poder encontrarnos y dialogar en este espacio como auténticos hermanos.

 

Al finalizar nos reunimos en el auditorio, donde el P. Ángel Antonio Pérez Rosa, quien fungió como Moderador, dio la bienvenida a los participantes y agradeció a los hermanos anfitriones por su hospitalidad; además mencionó a quienes que desempeñarían los diferentes oficios durante estos días: P. Eloy Medina Torres, Secretario; Coh. Ricardo Meraz Marín, campanero; Coh. Daniel Avila Fernández, cronista.

 

Posteriormente, el P. Víctor Hugo Álvarez Hernández, Superior Provincial, presentó su informe desde la última Asamblea, haciendo un recuento del caminar de la Provincia durante este año, mencionando las reuniones de Consejo Provincial, los encuentros fraternos como la fiesta provincial y los Ejercicios Espirituales, las reuniones de Senado y de la Comisión de Economía; mencionó, además, los traslados de comunidad de varios hermanos, los nombramientos de algunas comisiones, el caminar de las vocaciones, y las situaciones particulares que ataviesan varios religiosos; finalmente presentó algunos aspectos de la relación de nuestra Provincia con la Familia Pasionista. Al terminar, se abrió un espacio de resonancia para que los participantes expresaran sus opiniones, aclaraciones y dudas sobre el informe, mismas que fueron comentadas por el Superior Provincial.

 

El siguiente paso en la Asamblea fue revisar las prioridades del Capítulo Provincial respondiendo a las siguientes cuestiones: «¿Cómo se ha vivido en cada comunidad las prioridades de vida de la Provincia: vida comunitaria, misión, formación inicial y permanente, revitalización de las configuraciones?». «¿Cuáles son las dificultades encontradas para asumir las prioridades?». «¿Cuáles elementos han ayudado a asumir las prioridades?». Se formaron equipos de diálogo, los cuales se reunieron en diversos espacios de la casa para trabajar. Al terminar se dio un espacio de descanso donde se compartió no solo el refrigerio, sino además, la fraternidad tan característica de estos momentos. Terminado el receso volvimos al auditorio para compartir en plenario el fruto de la reflexión.

 

Una vez compartida la reflexión pasamos al comedor donde pudimos compartir los alimentos y la alegría de estar reunidos; una vez finalizada la comida nos dimos la oportunidad de un breve descanso personal para mitigar el calor de estos días de verano.

 

A las 16:00 hrs., nos reunimos de nuevo en el auditorio; esta vez, para recibir la indicación de acudir de nueva cuenta a los grupos de reflexión para buscar formular, con base en los resultados del primer trabajo, algunos compromisos que ayuden a fortalecer nuestra vida; una vez concluido el tiempo destinado a la actividad, volvimos al auditorio para compartir lo expresado en los grupos. Al terminar se dio un momento de descanso, en el cual, seguimos escuchando resonancias sobre lo compartido.

 

Al finalizar el receso, el P. César Antonio Navarrete Ferrusquia, Ecónomo Provincial, presento el informe de los bienes materiales de la Provincia, comenzando por la situación de las Inmobiliarias y la actualización de las diversas cuentas y sus estados; al terminar, algunos hermanos expresaron sus inquietudes, las cuales, se repondieron conforme fueron presentadas.

 

Una vez concluidos los trabajos de este primer día de la Asamblea, nos dispusimos para encontrarnos en la entrada del claustro para la celebración Eucarística, la cual, fue presidida por el P. Luis Miguel Reynoso Batista, quien, durante su homilía nos invitó a profundizar en el llamado que Cristo nos ha hecho a ser luz y sal del mundo; su reflexión nos llevó a contemplar el misterio de la luz, que aunque tiene valor en si misma, esta sólo es perceptible en la medida en que se refleja e ilumina lo que encuentra a su paso, así nosotros, estamos llamados a iluminar a las personas, las situaciones y realidades con la luz del Evangelio; caso similar es el de la sal, puesto que esta se introduce en los alimentos para potenciar su sabor, así la sal toma un lugar importante más no protagónico, pues su labor no es hacer que su sabor propio impregne el alimento sino que, por el contrario, se disuelve generosamente para que los demás sabores tengan su importancia; así nosotros, nos vamos entregando generosamente en nuestra vida comunitaria, en el apostolado y en el ministerio, no para ser protagonistas, sino para que la vida exalte su auténtico sentido.

 

Concluida la Eucaristía, nos reunimos de nueva cuenta en el comedor para compartir la cena, actividad con la que dimos por concluida esta primera jornada.

 

Miércoles 14 de junio

 

Al amanecer, encomendamos el día y sus trabajos en las manos de Dios por medio de la oración, preparada una vez más por los hermanos del Estudiantado de Teología, quienes nos invitaron a recorrer los diferentes espacios de nuestra casa haciendo meditación de la Pasión del Señor, contemplando la cruz, la corona de espinas, los clavos y el título, signos que nos llevan a recordar este misterio de dolor y de amor.

 

Después del desayuno nos volvimos a reunir en el auditorio, esta vez para escuchar la conferencia del Dr. Jorge Piedad Sánchez, titulada «Alianza y comunidad», en la cual, nos hizo recorrer el Antiguo Testamento para ubicarnos en la experiencia del Pueblo de Israel que pactó una alianza con Dios para ser su pueblo, lo cual, tuvo como consecuencia la cohesión de sus miembros en un núcleo más trascendental, no como cualquier comunidad sino como la comunidad de la Alianza. En la plenitud de la historia, con la encarnación del Hijo de Dios, la alianza se hace más grande, pues ya no abarca sólo al pueblo de Israel sino a todos los pueblos de la tierra, pues por la fe, ya no hay distinción entre los seres humanos, todos somos iguales, y por tanto, las promesas de la alianza y sus bendiciones alcanzan para todos; así la Iglesia, como comunidad de la alianza universal, nueva y eterna, y particularmente la vida religiosa con su particular forma de vida comunitaria, es signo profético de la vida nueva que Dios espera de la humanidad en torno a los valores del Reino.

 

El clímax de la reflexión llegó cuando el ponente nos invitó a recordar nuestra alianza personal con Dios por medio de la consagración religiosa y cómo ésta se expresa en nuestra vida comunitaria. Así mismo, nos invitó a cuestionar cómo es que nuestra Provincia expresa al mundo la alianza que hemos hecho con Dios, y si realmente somos fermento de unidad y de paz.

 

Al concluir nos dirigimos al comedor para compartir la comida en un torno más festivo, pues el resto de la tarde estuvo destinado a la convivencia comunitaria. Al terminar los alimentos, nos dirigimos a las canchas donde algunos hermanos organizaron un torneo de Básquetbol, mientras otros conformaron el público que los animaba bajo la sombra de los árboles mientras compartían una amena conversación, y otros más, decidieron pasar la tarde en los juegos de mesa, donde por cierto, los hermanos dominicanos hicieron gala de sus habilidades en el dominó.

 

Al caer la noche, nos reunimos en la entrada del claustro para celebrar la Eucaristía, esta vez con una motivo muy especial, al recordar que cincuenta años atrás Dios concedió a nuestro hermano Luis Zárate Valdés el don sacerdocio ministerial, motivo por el cual, fue él quien presidió nuestra celebración. Durante la homilía, nuestro hermano recordó su larga experiencia como religioso; acompañado por un pañuelo obsequiado por su madre, nos hizo conocer los sentimientos de gratitud que en esta etapa de su vida experimenta por la cercanía y el afecto de la comunidad religiosa y de su familia, por los frutos que su ministerio sacerdotal le ha regalado, no solo a él sino a la Iglesia, y sobre todo, por la profunda amistad que ha cultivado con Dios.

 

Concluimos nuestra jornada en torno a la mesa, bella expresión de la vida comunitaria, compartiendo el pan como hermanos, recordando las vivencias de este día y pidiendo a Dios su gracia para ser fieles a nuestra alianza.

 

Jueves 15 de junio

 

La última jornada de nuestra Asamblea comenzó en la plaza de la Virgen, donde nos congregamos para celebrar la Eucaristía, de nueva cuenta con un especial tono festivo, pues celebramos el vigésimo quinto aniversario de profesión religiosa de nuestros Superior Provincial, el P. Víctor Hugo Álvarez Hernández. La celebración fue presidida por el P. Eloy Medina Torres, mientras que la homilía, corrió a cargo del P. Genelio García Antigua, quien, a la luz de la Palabra de Dios, nos hizo meditar en la belleza de una vida que se entrega al servicio de Dios, a través del cuidado de los hermanos, en medio de muchas dificultades y obscuridades, pero en medio de las cuales siempre brilla la amorosa presencia de Dios que nos acompaña.

 

Al concluir la homilía, el P. Víctor Hugo Álvarez Hernández renovó su consagración religiosa en manos del P. Eloy Medina Torres. Al término de la celebración el homenajeado nos dirigió unas palabras para compartir su sentir, agradeciendo la cercanía de tantos hermanos que a lo largo de su caminar como religioso lo han acompañado, el cariño tan profundo de la gente a la que sirve en diversas comunidades, la confianza de quienes lo eligieron para la misión que desempeña en nuestra Provincia y el apoyo de quienes le ayudan como Consultores a cumplir con dicha misión; expresó además el profundo amor que tiene por la comunidad provincial y pidió nuestras oraciones para que la entrega de su vida en nuestra Congregación tenga como culmen el gozo eterno en el Reino.

 

Después de la celebración, nos dirigimos al comedor para compartir el desayuno, y al concluir, nos dirigimos una vez más al auditorio para continuar con los trabajos de nuestra asamblea. Primeramente escuchamos tres informes: el Coh. Carlos Alberto Lantigua Checo, nos presentó el proyecto de la Oficina de solidaridad y asistencia migratoria que, desde hace unos meses, comenzó a desarrollarse en la Comunidad del Perpetuo Socorro, en Guadalajara, Jalisco, señalando los vínculos que ha establecido con otras organizaciones y el sueño de consolidar la formación de quienes colaboran en dicha oficina. Posteriormente  los Cohs. Daniel Ávila Fernández y Julio César Rondón Sánchez, presentaron el informe de actividades de la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación, enfocada por el momento a poner en marcha el programa Laudato Sí que el Consejo General ha propuesto para toda la Congregación. Finalmente, el P. Clemente Olvera Guerrero informó a la Asamblea sobre su presencia y trabajo en la Parroquia de Santa Ana, en Clayton, Carolina del Norte, donde se encuentra colaborando en la atención a la comunidad, subrayando las potenciales áreas de trabajo para la comunidad pasionista.

 

Después de un breve descanso, en el que se compartieron las resonancias de los informes, comenzamos con los trabajos preparatorios para el VIII Capitulo Provincial, a celebrarse del 3 al 7 de junio del próximo año, con el tema: «Comunidad sinodal, iluminada por la Memoria Passionis, en apertura para trazar nuevos caminos de esperanza», y con el lema: «Pasionista ¿dónde está tu hermano?», los cuales fueron propuestos y aprobados por la Asamblea. También se nombró a la Comisión Preparatoria del Capítulo, la cual, quedo conformada por los Padres Miguel Ángel Villanueva Pérez, Ángel Antonio Pérez Rosa y José Luis García Pérez. Al finalizar, el Superior Provincial dio algunos anuncios a la Asamblea, para concluir con la oración dirigida por el P. Mario Felipe Quiroga Venegas.

 

Una vez terminados los trabajos de nuestra Asamblea, nos dirigimos al comedor para el último momento de encuentro al compartir los alimentos, durante el cual, el P. Víctor Hugo Álvarez Hernández nos comunicó la invitación que nuestras hermanas Pasionistas del Monasterio de San Pablo de la Cruz, nos hacían para visitarlas.

 

Al término de la comida, nos dirigimos hacia el Monasterio, donde las hermanas nos esperaban con gran alegría y con un sabroso helado para refrescarnos del caluroso clima del verano queretano; pudimos conocer, además, los adelantos de la construcción de la capilla del monasterio. Fue un momento ameno que nos permitió estrechar los lazos fraternales que unen a las dos ramas de la Congragación fundada por nuestro Padre San Pablo de la Cruz.

 

Así, con el corazón lleno de tan fraternales días de encuentro, los hermanos fuimos dejando la casa del Noviciado, para volver a nuestras comunidades con el compromiso de hacer de nuestra vida comunitaria un signo creíble de la alianza que Dios ha hecho con nosotros.

 

Coh. Daniel de la Divina Misericordia

Cronista

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